El Anarquismo en Costa Rica



Una cultura libertaria de poco más de 100 años respalda la práxis anarquista que comparten hoy los/as anarquistas costarricenses. Algunos investigadores aseguran que para el siglo XIX ya se habían hecho presentes en Costa Rica las ideas anarquistas de manera clara y explícita.

El estudio de las ideas de Antonio Zambrana, socialista y anarquista, le ubican como quien pudo ser el primer expositor sistemático del pensamiento anarquista en el país. Otras informaciones también señalan que desde principios del siglo XX hasta el año 1920, muchos intelectuales de éste pequeño país, estuvieron apasionados por el pensamiento de L. Tolstoy y el anarquismo.

Tampoco estaríamos haciendo justicia a la historia del anarquismo en Costa Rica, si olvidáramos la influencia de los emigrantes franceses, que en 1920 establecieron una colonia anarquista en Parrita con el aporte e influencia del español Anselmo Lorenzo, Carlos Malato y el trotamundos ruso y ácrata, Pedro Kropotkin presentes en algunas de las publicaciones del sector obrero, artesal e intelectual local.

El historiador Mario Oliva, narra que ya a comienzos del siglo XX la tendencia socialista reformista tenía un peso considerable en nuestros artesanos y obreros; entre 1909 y 1914 esta postura estaba bien arraigada e influía en la dirección del movimiento trabajador; pero desde 1911 en adelante tuvieron que enfrentarse a la creciente organización anarquista que prendía rápidamente en amplios sectores de los trabajadores urbanos y en número considerable de intelectuales.

Bajo este contexto, de fermento y auge del pensamiento y la acción anarquista en Costa Rica, se crea una plataforma cultural y política que tiende a partir de la segunda década del siglo XX, a enfrentar tanto el liberalismo como al socialismo reformista.

La influencia del anarquismo “criollo”, fue trascendental para el movimiento obrero costarricense, anarquismo del cual debemos subrayar el carácter clasista que le dio a la lucha, su internacionalismo, la concepción de autonomía y conciencia de clase respecto al movimiento obrero y trabajador en el resto del mundo.

Entre 1909 y 1914 proliferaron los centros de estudios, bibliotecas populares, escuelas nocturnas para trabajadores, circulación de libros, periódicos socialistas y organizaciones laboristas. Todo esto venido de sus propias posibilidades y esfuerzos.

También fueron los años en que cada uno de los miembros del movimiento trabajador aparentemente unitario, comienza a fracturarse y desarrollarse por caminos diferentes. Unos se integrarían al sistema dominante. Los otros, en parte influenciados por el pensamiento y la acción desde el anarquismo, tendieron a profundizar los desacuerdos y contradicciones con el orden de cosas establecido.

Parece ser que el posicionamento maduro del ideario anarquista costarricense e internacional, es realizado mediante la creación del Centro de Estudios Sociales Germinal a principios de 1912. Centro cuya propuesta y perspectiva cultural proletaria eran: combatir los prejuicios sociales, religiosos y políticos que retardaban la evolución de los trabajadores y el desarrollo integral de la persona.

Hoy, desde una perspectiva en cuya esencia se leen los principios primigenios del Centro de Estudios Sociales Germinal de mediados del siglo pasado, la Organización Anarquista Costarricense propone retomar el ideario anarquista del Centro Germinal original, y desde una lectura actualizada de la realidad social y cultural costarricense, desarrollar una propuesta (cultural y educativa) integral, acorde a los tiempos y las necesidades urgentes de transformación social del entorno nacional del cual participamos.

El ideario del Centro de Estudios Sociales Germinal, está vivo, nos hace un llamado a retomarlo, reanimar su esencia y actividad desde una propuesta y perspectiva anarquista vigente...



Hacia fines de 1909 un grupo de intelectuales encabezados por Omar Dengo, Joaquín García Monge, Carmen Lira, el dirigente obrero Juan Rafael Pérez y otros, fundan el Centro de Estudios Sociales Germinal, como un centro de fuerza intelectual para la clase trabajadora. El Centro Germinal se encontraba instalado en un segundo piso, en las proximidades de la Rambla.

El Centro tenía como propósitos centrales establecer cursos libres de ciencias sociales, conferencias y sesiones públicas, organizó una biblioteca de consulta popular, dar veladas con representaciones de obras dramáticas de propaganda social, publicar y contribuir para que se publique; fundar centros de su misma índole, y establecer relaciones a nivel internacional y local con otros centros de similar importancia.

En 1913 bajo su dirección se organizó la Federación General de Trabajadores (CGT) nacionales. El Centro Germinal tenía las típicas características de las agrupaciones anarquistas; en su local estaba izada la bandera roja y negra, donde se congregaban por las noches obreros de los distintos talleres de la capital, en sus salas se colgaban los retratos de Emilio Zolá y de Eliseo Reclus.

Sus reuniones tenían la particularidad de ser informales, sin mesas directivas, y los miembros se esparcían por el local de reunión. Al comenzar cantaban un himno libertario llamado “Hijos del Pueblo”.

En esta reunión se estudiaban los sistemas de organización moderno de los trabajadores, de aquí salió la idea de la Federación. Éste centro no sólo impulsó la idea de una organización nacional de los artesanos y obreros del país sino que empujó la conciencia antipatronal.

El Centro ayudó a fortalecer las posiciones anarquistas, inculcando en los trabajadores las ideas anticlericales, el abstencionismo doctrinario, el antiparlamentarismo y el sindicalismo. Ideas que salían divulgadas en la revista Renovación. Así las ideas anarquistas contribuyeron a expresar con vehemencia el sentir de la clase trabajadora contra aquellos que les explotaban y oprimían.

Desarrolló también el Centro Germinal, lo que denominaron “propaganda revolucionaria”, trasladándose a las comunidades, distribuían panfletos, daban discursos y conferencias sobre temas y problemáticas de interés para los trabajadores y civiles en general.

El Centro Germinal quien desde su creación tuviera una estrecha y fraternal relación con los trabajadores y sus organizaciones impulsó en 1913 la celebración por primera vez del Primero de Mayo en Costa Rica. En el local del Centro Germinal, desde mediados de abril de ese año se reunían delegados de casi todas las asociaciones obreras a preparar la celebración del Primero de Mayo.

Se le incitaba a los trabajadores a suspender sus labores y a protestar contra todas las injusticias a las que son sometidos los trabajadores en el mundo, recordando los acontecimientos de Chicago cuando los trabajadores norteamericanos en 1886 realizaron una huelga para reducir la jornada diaria de trabajo a ocho horas máximo, y fueron masacrados.

Los organizadores consideraban pertenecer a un movimiento obrero mundial, que sobrepasaba no sólo las fronteras geográficas, sino religiosas, de raza, de nacionalidad e ideas políticas. Esto se evidencia tanto en el manifiesto de invitación para celebrar el Primero de Mayo como en los discursos pronunciados por el motivo.

No faltaron los obstáculos para la realización de esta celebración clasista, sin embargo este 1° de Mayo se tradujo en concentración de fuerza y de la clase trabajadora costarricense. Es sobre la base de esta tradición de la clase trabajadora e intelectual anarquista que la OAC, promueve el restablecimiento de lo que denominará en adelante Centro de Estudios Anarquistas Germinal en Costa Rica.

El Centro de Estudios Anarquistas Germinal es en su concepción más original, reivindicado por la Organización Anarquista Comunista de Costa Rica, como el órgano responsable por la extensión y difusión político ideológica anarquista, así como por la acción social y cultural ácrata,

tal y como lo realizó el Centros Germinal en Costa Rica y los Centros Germinal en otras latitudes mundiales.
De los principios del CEAG:

En tanto que:
La libertad,
El apoyo mutuo,
La solidaridad humanista,
La autogestión,
El respeto a la diversidad cultural y la diferencia,
El internacionalismo,
El trabajo cooperativo y coolaborativo,
La democracia directa,
La descentralización y
La participación son principios rectores de una sociedad y un estilo de vida anarquista, estas serán guías o principios orientadores del Centro de Estudios Anarquistas Germinal.

De sus fines y acciones principales:

El Centro de Estudios Anarquistas Germinal es un órgano responsable por la formación y desarrollo integral de los/as miembros de la OAC.

Busca la libre participación de sus miembros en acciones de extensión, difusión social y cultural de la visión de mundo anarquista.

Para este fin buscará articular los recursos materiales e intelectuales del acervo ácrata internacional y local.

El CEAG buscará fomentar y promover actividades en el marco de una cultura libertaria.

EL CEAG respaldará consciente y militantemente en sus actividades a la OAC costarricense.

El CEAG, es parte activa y coherente de la tradición libertaria de Centros Germinales y Ateneos Libertarios en el contexto mundial.

Serán símbolos y emblemas del CEAG, todos aquellos utilizados y reivindicados por la cultura libertaria mundial con los cuales se identifiquen libremente sus miembros.

La investigación de la historia del anarquismo local, publicaciones y apoyo a las iniciativas propagandísticas ácratas, así como el estudio y capacitación continua de sus miembros, serán de interés permanente para el CEAG.

La divulgación impresa de las actividades y acciones por realizar será hecha por medio del órgano impreso de la OAC, llámese Periódico Anarquista Agitando Mentes.

Anarquismo en Costa Rica

El anarquismo en Costa Rica tiene una importante presencia histórica, aunque algunos historiadores hayan intentado ocultarla primero, disimularla luego y colocarla en el museo finalmente.

La presencia anarquista en este país, como en la mayoría de los países de América Latina, se inicia a finales del siglo XIX, a través básicamente, de los emigrantes italianos y españoles y se encuentra en el origen mismo del movimiento obrero y sindical.  Esta veta del anarquismo se muestra en las primeras huelgas y sociedades obreras de apoyo mutuo.  Ya en 1892, el obispo Thiel alertaba sobre el “peligro” anarquista.

En esos años, en Costa Rica se  destacan, en esta labor de difusión del pensamiento anarquista, Antonio Zambrana y el salvadoreño Alberto Masferrer (quien fundó el Diario de Costa Rica en 1885). 

Desde 1870 hasta 1908 se crean diversas sociedades de Socorro Mutuo y asociaciones culturales y obreras, influidas decisivamente por el pensamiento anarquista.  En 1909 se constituye la Sociedad Federal de Trabajadores de Costa Rica, cuyo vocero fue La Hoja Obrera, editado por Elías Hernández, José María Jiménez y Gregorio Soto.

En 1905 se produce un movimiento huelguístico de los panaderos, con el objeto de lograr la jornada de trabajo de ocho horas, varios anarcosindicalistas españoles tuvieron papeles de liderazgo, entre ellos Juan Vera, quien fue expulsado del país hacia Puerto Rico, como consecuencia de dicho movimiento.

Al mismo tiempo, aparece otra veta de contenido literario y periodístico, no desligada de la anterior, que se desarrollará a principios del siglo XX.

En la década de 1910 aparece una gran cantidad de publicaciones anarquistas, entre las que destacan las siguientes:
  • La Aurora Social (1912-1914)  Dirigida por Gerardo Vega y J. B. Sánchez Borja (hondureño), inicialmente “vocero de la clase obrera centroamericana”.  En 1913 se convierte en el órgano oficial de la Confederación de Obreros de Costa Rica.
  • Renovación (1911-1914)  Dirigida por José María (Billo) Zeledón y Anselmo Lorenzo.  Editada por Ricardo Falcó Mayor.  Revista que divulgó el pensamiento anarquista.  Publicó artículos de Anselmo Lorenzo, Teresa Masferrer, León Tolstoi, Kropotkin, Ernesto Renan, J. M. Guyau, Francisco Ferrer y otros.  Entre los colaboradores costarricenses estaban:  Elías Jiménez Rojas, Rubén Coto, J. Albertazzi Avendaño y José Tásies Díaz.  De esta revista se publicaron más de sesenta números.  Cabe destacar que al químico Elías Jiménez, Kropotkin le escribió dos cartas para explicar la actitud que había asumido frente a la llamada primera guerra mundial.
  • Germinal (1910-1912)  Revista cultural y de divulgación anarquista, vocero del Centro de Estudios Sociales Germinal, el cual estaba integrado por Omar Dengo, José María Zeledón, Luis Valle y Sáurez, Salomón Castro, Antonio Florencio Quast, Juan Rafael López, Carmen Lira, Joaquín García Monge y otros.  El Centro también tenían un local donde se realizaban actividades culturales.
  • Otras publicaciones que se mencionan son:  El Trabajo, El Amigo del Pueblo, Grito del Pueblo, La Lucha, El Derecho y La Causa del Pueblo.
En 1912 visita el país el argentino Manuel Ugarte, quien le dará un gran impulso al pensamiento anárquico.

El 1º de mayo de 1913 se celebra por primera vez el Día Internacional de los Trabajadores.  La manifestación fue convocada por el Centro de Estudios Sociales Germinal, la Sociedad Obrera de Alajuela, la Sociedad de Obreros de Cartago, el Centro Social de Obreros de San Ramón, la Sociedad Federal de Trabajadores, la Sociedad Anónima del Gremio de Zapateros, la Sociedad Tipográfica de Socorros Mutuos, la Sociedad de Socorros Mutuos Tranvillera, la Sociedad de Panaderos y el Club Sport La Libertad.  Esta actividad culminó con la fundación de la Confederación General de Trabajadores, que tuvo mucha influencia en esa época; y con una conferencia de Joaquín García Monge; quien animaría por muchos años el Repertorio Americano, revista que siempre mantuvo la defensa constante del libre pensamiento y un combate al fascismo y al imperialismo.

En marzo de 1921, la Confederación de Trabajadores de Costa Rica, animará una Huelga General, cuyas principales conquistas fueron:  aumento general de salarios y el establecimiento de la jornada de ocho horas de trabajo.  Cabe resaltar que a la par de la huelga, los trabajadores realizaron diversas acciones directas.

Posteriormente apareció en Santiago de Puriscal, Le Semeur, periódico anarquista escrito en francés.  En 1926 se fundó en San José un grupo específico de acción libertaria.
Entre 1951 y 1970 se publican en Alajuela, los periódicos El Sol y La Opinión, animados por José Néstor Mourelo y Vila, hombre que realizó una labor de gran importancia en la difusión del pensar ácrata en Costa Rica y un acercamiento de la intelectualidad, de nuevo, con el pensamiento anarquista.

En la década de 1980, como parte del rompimiento de la denominada “nueva izquierda”, surgida a partir de los hechos del 24 de abril de 1970 (lucha contra la transnacional ALCOA), un grupo disidente comienza a publicar la revista Acracia, de la que aparecieron trece números.  Manteniendo la presencia del anarquismo en Costa Rica y estableciendo múltiples contactos con el movimiento anarquista internacional.

A fines del siglo pasado e inicios del presente siglo, el anarquismo ha vuelto a recorrer los movimientos sociales y culturales de este país.  Aparecen revistas contraculturales como Kasandra, que en sus páginas le dan cabida al pensamiento ácrata.  Y luego, aparecen publicaciones ácratas diversas, entre las que destacaAgitando MentesInquietudes y  Proyecto Difusión, que se editan hasta el día de hoy.  Además se constituyen diversos colectivos anarquistas en San José, Tres Ríos, Cartago y Puntarenas.

Es muy importante realizar esta reseña histórica del anarquismo, porque ante su creciente presencia a nivel del movimiento social y cultural costarricense, es necesario esclarecer su permanencia en la historia.  No para reclamar una bandera que no es propiedad exclusiva de nadie, sino para establecer los nexos con el pasado que nos permitan prepararnos mejor para los combates venideros.

En estos últimos años, la participación anarquista en diversos movimientos se ha ido acrecentando.  Su presencia ha sido importante en la lucha contra la globalización y contra la guerra de USA en Irak.  También en la celebración del primero de mayo, en el desfile de los trabajadores, ha sido importante su presencia, donde han participado organizaciones como Grupo SolidarioColectivo Anarquista de CoronadoCentro de Estudios Anarquistas Germinal,Colectivo Anarquista de Puntarenas, Organización Anarquista Comunista, grupo Trinchera y otros.

Jorge Castillo Arias
San Ramón de Alajuela



Anarcosindicalismo en Costa Rica




Breve trayectoria del anarcosindiacalismo en Costa Rica, trabajo realizado por la OAC el 2003....
EL ANARCOSINDICALISMO [1] EN COSTA RICA
(San José 27/04/03)

Por: Organización Anarquista Comunista (OAC).
Centro de Estudios Anarquistas Germinal (CEAG).
“Libertad sin socialismo es privilegio,
injusticia; socialismo sin libertad es
esclavitud y brutalidad” Mijáil Bakunin.


Las raíces de las luchas del anarcosindicalismo en Costa Rica, son de larga data y heroica trayectoria. Luchas que están ligadas a la historia organizativa y acción directa de la clase trabajadora mundial y cuyos vínculos con el movimiento anarquista, hacen parte de la memoria de la 1ª Internacional, fundada en 1864 [2] hasta hoy vital y combativa.


El historiador Mario Oliva (1985) [3], narra que ya a comienzos del siglo XX la tendencia socialista reformista tenía un peso considerable en nuestros artesanos y obreros; entre 1909 y 1914 esta postura estaba bien arraigada e influía en la dirección del movimiento trabajador; pero desde 1911 en adelante tuvieron que enfrentarse a la creciente organización anarquista que prendía rápidamente en amplios sectores de los trabajadores urbanos, rurales y un número considerable de intelectuales.

Bajo este contexto de fermento y auge del pensamiento y la acción anarquista en Costa Rica, se crea una plataforma cultural y política que tiende a partir de la segunda década del
siglo XX, a enfrentar tanto el liberalismo como al socialismo reformista. La influencia del anarquismo “criollo”, fue trascendental para el movimiento obrero costarricense, anarquismo del cual debemos subrayar el carácter clasista que le dio a la lucha, su internacionalismo, la concepción de autonomía y conciencia de clase que le hermana con el movimiento obrero y trabajador mundial. 


Parece ser que el posicionamiento maduro del ideario anarquista costarricense e internacional, es realizado mediante la creación del Centro de Estudios Sociales Germinal a principios de 1912. Centro cuya propuesta y perspectiva cultural proletaria eran: combatir los prejuicios sociales, religiosos y políticos que retardaban la evolución de los trabajadores y el desarrollo integral de la persona.

El Centro tenía como propósitos centrales establecer cursos libres de ciencias sociales, conferencias y sesiones públicas, organizó una biblioteca de consulta popular, dar veladas 

con representaciones de obras dramáticas de propaganda social, publicar y contribuir para que se publique; fundar centros de su misma índole, y establecer relaciones a nivel internacional y local con otros centros de similar importancia [4]. En 1913 bajo su dirección se organizó la Federación General de Trabajadores (CGT) y la primer celebración del Primero de Mayo en Costa Rica. 


La Confederación se funda el 12 de enero de 1913, con objetivos muy claros de solidaridad, de defensa y acción común por parte de los trabajadores en su lucha contra el capital; con un principio de democracia directa y representación organizacional de los gremios federados. La actividad de esta confederación se va a mantener en la práctica hasta 1923. 


En este periodo de diez años, la Confederación General de Trabajadores, de corte eminentemente anarcosindicalista, dirige entre otro sin número de movimientos, dos de las primeras huelgas del siglo XX, enfrentando a la transnacional del banano radicada en la Provincia de Limón –zona atlántica-, la United  Fruit Company (UFCO); dejando en evidencia el carácter y agudeza de las contradicciones y lucha de clase que se arraigan en el país. Se consolida en Costa Rica un movimiento sindical más combativo y militante.


Apelando a la memoria histórica, no podemos olvidar que la primera gran huelga que se conoció en el país fue realizada por migrantes italianos, en su mayoría anarquistas o de ideas afines. En octubre de 1888 (S. XIX), estalló una huelga dirigida por los italianos del ferrocarril al Atlántico. Los conflictos obreros habían ocasionado 60 detenciones de italianos. La huelga se llevó a cabo por el atraso de un mes de salario; porque la compañía destituyó capataces que planteaba este problema y por que se les daba pan añejo y comida podrida o insuficiente. Por otra parte muchos italianos morían por las condiciones de trabajo. La huelga afectó a la empresa y al gobierno, que fallo contra los huelguista y obligó a la empresa a pagar lo adeudado. En las ciudades de Cartago y San José los huelguistas encontraron un apoyo decidido de los trabajadores y pobladores. Prácticamente las ciudades estaban tomadas por ellos, lo que obligo al Estado a reforzar la vigilancia. Incluso en la solución del conflicto intervinieron los cónsules de Estados Unidos y Francia, tal fue la intensidad del suceso. En Marzo de 1899 los italianos, ganaban el conflicto partiendo hacia Italia el 60% (eran 2000 italianos en total en 1887) de los mismos. 


Ya, en pleno siglo XX, la Confederación de Trabajadores luchó por eliminar el trabajo infantil, mejores condiciones y horarios laborales, alzas salariales. Mejores condiciones de salud, ocio y educación para los trabajadores confederados y sus familias. Las mejoras conseguidas repercutieron en la calidad de vida de los costarricenses en general. 


El 25 de enero de 1923 la Confederación General de los Trabajadores convoca a asamblea general de afiliados, que sesionan con carácter de congreso, el III de la CGT. El socialismo reformista asume puestos de interés en la nueva directiva, que decide el participar en comicios electorales y conformar una estructura de partido, que da al traste con el espíritu ácrata de esta organización. Sin embargo es importante aclarar que este no significó en ningún momento el fin de la lucha ácrata en el medio cultural, político y de la clase trabajadora en Costa Rica. 


Los anarquistas costarricenses hoy denunciamos, que los socialistas reformistas han hundido en la pobreza, la pereza y la indignidad a la clase trabajadora del país entero. Todo a cambio de una pueril comodidad y a costa de postergar los sueños y la vida digna de miles. Tal y como dijo ese gran anarquista Italiano Luis Fabbri (Sf.:11-12) en su obra Anarquismo y Sindicalismo: “Entonces será fácil probar que el proletariado, confiándose á los reformistas para ahorrarse energías, que podríamos llamar pusilánime pereza, se contenta con una escasísima ganancia inmediata á costa de su propia dignidad; ganancia que aléjalo de su total emancipación de la esclavitud del salariado y de la tiranía política. En una palabra, será fácil demostrar que el reformismo es la negación del socialismo”.

El valor, heroísmo y acción del sindicalismo revolucionario que despertó del sopor y la alienación a los trabajadores costarricenses, esta esperando a los mejores hombres y mujeres de este país. No más venta de la dignidad a cambio de migajas que caen de la mesa de la sociedad capitalista del confort. Retomemos el heroísmo y la lucha de los mártires de Chicago, de los primeras huelgas anarquistas en Costa Rica. No más cooperación con el Estado esclavista que inhibe la libido y el buen sexo, no más afiliación a los sindicatos burgueses, no más apoyo a los burócratas sindicales. ¡Viva el sindicalismo revolucionario!, ¡viva la vida en toda su plenitud!, ¡Viva la socialización de bienes y el apoyo mutuo!, ¡viva el anarquismo!.


[1]También llamado “sindicalismo revolucionario” por J. Sorel, M. Bakunin, E. Malatesta y otros grandes revolucionarios anarquistas.

[2]El 28 de septiembre de 1864, se realiza un importante mitin en el Martin’s Hall de Londres, donde queda aprobada la constitución de la Asociación Internacional de los Trabajadores, popularizada más tarde como Primera Internacional. En: Iscaro, Rubens (1976). Historia del Movimiento Sindical Internacional. Ediciones de Cultura Popular, S.A., México.

[3]Oliva Medina, Mario (1985). Artesanos y obreros costarricenses 1880-1914. Editorial Costa Rica. San José.

[4]De la Cruz, Vladimir (1984). Las luchas sociales en Costa Rica 1870-1930. Editorial Costa Rica y Editorial de la Universidad de Costa Rica. San José.

Omar Dengo Guerrero


Omar Dengo Guerrero


1888-1928


Nació en San José, el 9 de marzo de 1888, en un ambiente histórico precedido por ideas liberales y positivistas en el campo de la cultura y la educación.

Hizo sus estudios secundarios en el Liceo de Costa Rica donde obtiene su bachillerato en Ciencias y Letras. Inicia un período de crítica y de ideales políticos orientados hacia la justicia social. En 1908 se matricula en la Escuela de Derecho, y se gradúa en 1911.

Después de finalizados sus estudios de enseñanza media hace amistad con los profesores Roberto Brenes Mesén y Joaquín García Monge, de quienes recibirá orientación en su estructura cultural y espiritual, contribución y amistad que duró toda la vida.

La figura intelectual y humana de Omar Dengo es una de las más lúcidas y vigorosas en la educación de Costa Rica. Fue profesor del Liceo de Costa Rica, maestro rural y educador de obreros en el Centro Germinal. A la caída de los Tinoco, en setiembre de 1919, es nombrado director de la Escuela Normal. Su labor docente en esta institución comenzó en 1915 como profesor de sociología educacional, primero en obtener esta cátedra en un colegio hispanoamericano. Su entrega y brillantez como director, cargo que desempeñó durante diez años, lo hicieron acreedor al calificativo de “Maestro de Maestros y educador de un pueblo”.

Cultivó con distinción el periodismo, dejando impreso su pensamiento sobre asuntos sociales, políticos, educativos, literarios y filosóficos en numerosos medios informativos, principalmente en la Revista de Educación de la Escuela Normal y en La Obra, de las que fue director. También hizo contribuciones al Repertorio Americano.

Falleció en la ciudad de Heredia el 18 de noviembre de 1928, siendo director de la Escuela Normal, rodeado de familiares, amigos y discípulos. Sus funerales fueron en la Iglesia Parroquial de Heredia y fue sepultado en el cementerio de dicha ciudad.

Fue declarado BENEMERITO DE LA PATRIA por acuerdo Nº 973 de 6 de octubre de 1969.

Omar Dengo Guerrero

Omar Dengo con su padre don Manuel Víctor Dengo